Este año se cumplen 50 años de la designación del 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente y es una ocasión propicia para poner de relieve lo mucho que dependemos de la naturaleza y la salud de nuestro planeta.

Nuestro granito de arena es aportar a la industria de la construcción un material amigable con el medio ambiente. El vidrio tiene un origen natural, además, es reutilizable, reciclable 100%, y por lo tanto ecofriendly.

KALCIYAN tiene como misión difundir los amplios beneficios del uso del Doble Vidrio Hermético en ventanas y puertas ventanas aporta un mayor confort para vivir, ahorro de energía para cuidar el medio ambiente y disminución de gastos en electricidad y gas.

El compromiso de KALCIYAN con la sustentabilidad también está reflejado en la certificación de nuestra Planta Industrial bajo la norma internacional ISO 14.001, de gestión ambiental porque creemos que debemos preservar y mejorar el mundo que habitamos.

El DVH, clave para reducir el consumo de energía

Se estima que un 40% de las fugas/ganancias de energía en una vivienda se producen a través de las ventanas y cristales. Esto significa que reemplazar los vidrios float por Doble Vidriado Hermético (DVH) resulta un paso necesario tanto para el cuidado del medio ambiente como para una economía más eficiente.

Al respecto, Marcelo Kalciyan, Presidente de Kalciyan Tecnología del Vidrio S.A, sostiene: “Una de las ventajas del uso del DVH es que, a mediano plazo, el costo de su compra e instalación queda justificado por el ahorro en los consumos anuales de energía. Está demostrado que el uso del DVH puede alcanzar una disminución de hasta el 50% en la factura energética”. Y aclara que este porcentaje varía en función del vidrio y la carpintería.

Además, el DVH reduce la transferencia de frío o calor del exterior al interior y viceversa, se genera menos dióxido de carbono y se aísla el hogar del ruido de la vía pública.

Para más detalles, Kalciyan explica: “Un valor muy importante a la hora de evaluar la aislación que brinda un DVH comparado con un vidrio float o una pared estándar de ladrillo es el “factor K”, llamado “Coeficiente de conductibilidad Térmica”. Este indica la capacidad que tiene un material para transferir calor, medido en una unidad de tiempo y superficie. El aire interior hace que este valor disminuya a medida que el ancho de la cámara aumenta (aunque existe un valor límite, el cual una vez superado va en detrimento del aislamiento)”.

Kalciyan compara: “Para DVH los valores comunes de ‘K’ son del orden de 2,8 w/m2°K, mientras que en paredes de ladrillo o de cemento son de 1,3-1,5 w/m2°K. Aunque a simple vista las paredes tradicionales parecen mejores aislantes, su costo es muy alto y la mano de obra también, lo que explica el aumento exponencial de la implementación del vidrio y especialmente del DVH como reemplazo de las paredes tradicionales”.

Por otra parte, los vidrios permiten el paso de una óptima luminosidad natural y, por lo tanto, menos necesidad de iluminación artificial durante el día.

Por último, Kalciyan recuerda que la incidencia del precio del vidrio en la construcción de una vivienda no alcanza al 1% de su valor y “usualmente no se recambia, por lo cual la inversión en un excelente acristalamiento resulta imprescindible para cualquier proyecto donde el usuario quiera ganar confort habitacional y seguridad”.